Una oportunidad de financiación, comienza por
una entrada de caja, normalmente los
siguientes flujos de caja son salidas, aunque también pueden producirse
entradas posteriores. Por eso, antes de determinar el costo de capital, se debe
identificar y estimar correctamente los flujos de caja relevantes. Las
oportunidades de financiación que están al alcance de la empresa suelen ser
numerosas, incluyen los préstamos bancarios, la venta de las cuentas por
cobrar, emisión de obligaciones y bonos de diversos tipos, las ventas de planta
y equipo, la emisión de acciones ordinarias y preferentes, la retención de
beneficios, utilidades incorporadas, etc.
Sin embargo todos ellos pueden incluirse en
dos categorías generales, a saber: la primera, el incremento del pasivo de la
firma y la segunda, la disminución de su activo.
Se puede concebir el costo de capital como un
todo compuesto por diversos elementos. A uno de ellos se le conoce como costo
explícito de capital, que es el tipo de descuento que iguala el valor actual de
las entradas de caja, que son incrementales para la oportunidad financiera, con
el valor actual de sus salidas de caja incrementales. Equivale al tipo de descuento que hace que el
valor actual de todos los flujos de caja futuros correspondiente a la fuente
sea igual a la entrada inicial que proporciona.
Por ejemplo: Una empresa cuenta con una
oportunidad de inversión. Suponga lo siguiente:
Mejor proyecto disponible
Costo
= $100,000
Vida = 20 años
TIR = 7 %
Costo de la fuente de financiamiento más
barata disponible: Deuda = 6 %
La empresa acepta la oportunidad porque
obtendría el 7% sobre la inversión de fondos, que sólo cuesta el 6%. Imagine
que una semana más tarde se le presentara una nueva oportunidad de inversión:
Mejor proyecto disponible:
Costo
= $100,000
Vida = 20
años
TIR = 12
%
Costo de la fuente de financiamiento más
barata disponible: Capital social = 14 %
La empresa rechaza la oportunidad porque el
costo de financiamiento del 14 % es mayor que el rendimiento esperado del 12 %.
¿Se actúo a favor de los intereses de los propietarios? No: la empresa aceptó
un proyecto con un rendimiento del 7 % y rechazó el que generaba un rendimiento
del 12 %.
Existe una mejor manera; la empresa puede
usar un costo combinado, que proporcione a largo plazo mejores resultados.
Ponderando el costo de cada fuente de
financiamiento por su proporción en la estructura de capital de la empresa, se
podría obtener un costo promedio ponderado que refleje la relación entre las
decisiones de financiamiento.
Si se considera como proporción el 50% de
deuda y el 50% de capital social, el costo promedio ponderado sería de 10 % [(0.50
x 6 % de deuda) + (0.50 x 14 % de capital social)].
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