Una empresa es una
caja de diversos proyectos, por ello en algunos casos, resulta apropiado el uso
de costo global de capital,
como un criterio de tasa mínima para las decisiones de inversión. Para usar
este criterio es necesario que los activos sean homogéneos con relación al
riesgo y que las propuestas de inversión sean del mismo carácter. La ventaja es
su sencillez en el cálculo.
Una vez efectuado
el cálculo es posible evaluar proyectos utilizando una tasa individual (para
cada proyecto), que no cambiaría a menos que se produzcan cambios en las
condiciones fundamentales del negocio así como del mercado financiero. En caso
contrario se debe determinar nuevos criterios de aceptación para cada proyecto.
El costo global de capital de una empresa
está compuesto por los costos de los diversos componentes del financiamiento:
* Costo del
capital social.
* Costo de la deuda.
* Costo de las acciones preferentes.
* Costo marginal de una fuente específica de
financiamiento.
El uso de costos marginales proviene del
hecho de que se utiliza el costo de capital para decidir si conviene invertir
en nuevos proyectos. Sobre esta decisión no tienen influencia los costos
pasados de financiamiento.
Todos los costos se expresarán después de
impuestos, para que los flujos de efectivo estén expresados después de
impuestos. Una vez obtenido los costos explícitos de diversas fuentes de
financiamiento, se asignará valores a cada fuente. Finalmente, se calculará un
promedio ponderado de los costos de financiamiento para obtener un costo global
de capital para la empresa, más conocida como WACC.
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